El Verdadero Significado de la Vida

¿Cuál es realmente el significado que le damos a nuestra propia vida?

Cuántas veces nos sentimos derrotados por pensar que todo marcha relativamente mal, tal vez no creer en nuestras capacidades nos hace pensar de una u otra forma que no somos lo suficientemente fuertes como para seguir luchando por nuestras metas y nos estancamos poco a poco en “sueños” que se van guardando en un baúl donde al final se convierten en recuerdos de una batalla que perdimos sin haberla luchado antes.

¿Dónde puede estar aquella mano que te levantará diciéndote que todo marchará bien si caminas junto a él?, muchas veces el tiempo lo dice todo, pero a veces nos cansamos de intentar algo aun sin saber si lo lograremos, pero cuando realmente queremos algo para nuestra vida y ponemos tanto empeño sobre ello, lo logramos y somos realmente felices.

Nada es fácil en esta vida.

Sentirnos orgullosos de nuestro presente nos hace ver perfectos frente al espejo, porque cada uno de nosotros somos como pequeños soldados que cada día aprendemos a valorarnos y de una u otra forma nos convertimos en personas más fuertes para construir las mejores estrategias en un juego que se terminará únicamente con nuestro consentimiento.Porque nacemos para crecer, aprender, vivir, enseñar y morir, porque somos los arquitectos de nuestro propio destino, tú mismo decides que haces de tu vida, si haces de ella un edén de paz, tranquilidad, sabiduría, amor, felicidad, o si de lo contrario haces de ella una batalla sin fin, donde lo único que podrías atraer son problemas, discusiones e intranquilidad.Ante todo, puedes sentirte orgulloso de lo que eres, eres único e irrepetible en este gigante planeta, aunque a veces su tamaño nos haga sentir insignificantes, debemos considerarnos como la mejor creación,  como aquél ser con un propósito que solo tú mismo debes encontrar, porque cada quien nace y adquiere diferentes capacidades, características y talentos que no lo hacen superior, pero si lo hacen diferente y especial de los demásAunque somos individuos capaces de pensar y actuar por sí solos, es necesario aprender de la sociedad, superarnos y sentirnos amados, sin embargo –me permito opinar– que existen dos clases de personas, están aquellas que desean pisotearnos, los que viven atrapados en la envidia y la codicia, donde su único fin es pasar sobre las demás personas sin importar cuanto daño pueda causar.Y están por otro lado, aquellas que de alguna manera u otra nos enseñan a valorar lo que somos y lo que podemos ofrecer y nos motivan para luchar por nuestros ideales.